65: El Dogma de la Medicina Moderna

Prácticamente todos hemos crecido con el temor de contagiarnos si estamos en contacto con alguien que esté enfermo o incluso si han anunciado que hay algún virus peligroso en el ambiente.  Pero, ¿de dónde nace este temor aprendido? ¿Realmente existe el contagio tal y como nos han contado?  
 
Hoy, en el episodio 65, nos acompaña el doctor Diego Fernando Martinelli para desmantelar muchas de las creencias normalmente aceptadas sobre la salud y la enfermedad. Nos comparte otra perspectiva de por qué podemos presentar síntomas similares cuando compartimos el mismo espacio con otras personas y nos ofrece una mirada histórica de cómo se ha utilizado la Teoría del Contagio para construir las bases de la Medicina Moderna como la conocemos hoy.    
 
Nos habla sobre el efecto que pueden provocar el estrés y el miedo en nuestra salud y bienestar. Nos cuenta si existen o no los virus.  Nos explica qué es nuestro terreno y cómo éste puede controlar la proliferación de microorganismos invasivos o peligrosos cuando está en un buen equilibrio. Nos comparte si realmente los fármacos son una solución a las enfermedades crónicas o, por el contrario, las perpetúan inhibiendo el equilibrio natural del organismo.
 
También nos habla del papel de las vacunas en esta visión oficialmente aceptada, si han sido parte de la solución o parte del problema y por qué hay tanta prisa a la hora de querer vacunar a los niños tan temprano en sus vidas.  Reflexiona sobre el problema que representan las facultades de medicina, pues como norma solo se dedican a estudiar al humano enfermo y no al humano sano tal y como hizo hace cien años el doctor Weston A. Price.  Finalmente, Diego nos comparte varias recomendaciones para mantener una buena salud, en la ciudad o en el campo.
 
Diego Fernando es de Argentina, donde desarrolló su carrera como médico convencional, en hospitales y en consultas privadas, hasta que tomó la arriesgada decisión de renunciar luego de observar incongruencias en la sala de emergencias del hospital donde trabajaba, a mediados del año 2020 durante la llamada pandemia del Covid19. Ayudó a 1,500 de sus pacientes de manera remota utilizando protocolos alternativos y hoy declara con orgullo que ninguno de ellos falleció.